Los sensores de ultrasonido son probablemente la solución más habitual para aplicaciones de medición de nivel de líquidos. No obstante, no tienen porque ser siempre los más adecuados.
Para aplicaciones en las que se requiera una alta precisión
(décima o centésima de mm) o una alta velocidad de respuesta (del orden de
algunos ms) muy probablemente un sensor de ultrasonidos no será capaz de cubrir
los requerimientos.
Para esos casos especiales os propongo darle una oportunidad al sensor láser de Panasonic que os comentaré a continuación.
El láser HG-C es un habitual en aplicaciones de control de
calidad dada su buena repetibilidad de hasta 10 micras (según modelo). Sin embargo, en base a
requerimientos poco habituales de algunas aplicaciones, me he visto en la
necesidad de ponerlo a prueba en situaciones atípicas.
En el caso que nos ocupa, he tenido la oportunidad de
utilizarlo para medir niveles de líquido y así determinar con precisión el
remanente de consumible en un depósito o conocer el volumen en ml de una determinada
muestra (conociendo las dimensiones de la base del contenedor).
Si bien es cierto, pese a tener una capacidad fuera de lo
normal para trabajar en condiciones de reflexión adversas, el sensor milagros no
hace. Por lo tanto es requisito indispensable que el producto a medir tenga un
cierto nivel de opacidad para que el haz láser pueda ser mínimamente reflejado.
Por lo tanto, descartadas quedan aplicaciones de medición de agua o medios muy
transparentes.
Como para muestra, un botón (los más jóvenes igual han de
recurrir al refranero español 😊), os dejo a continuación un vídeo con el
tipo de montaje comentado.
Saludos!!!